Resolver el problema de Frankenstein: el porqué todo aprendizaje es social, emocional, cultural y cognitivo para el cerebro
Las emociones y las relaciones sociales conforman nuestros pensamientos, acciones y experiencias -cómo pensamos y en quién nos convertimos- no sólo a nivel personal, sino también académico. ¿Cómo y por qué ocurre esto? ¿Y qué significa esto para los profesores y el diseño de entornos y actividades educativas? Mary Helen Immordino-Yang presentará su investigación sobre el compromiso emocional en el cerebro, mostrando cómo se produce el aprendizaje profundo y destacando las interdependencias de pensamientos y sentimientos cuando los estudiantes aprenden. Sus estudios revelan que la eficacia de la enseñanza no se limita a lo que los alumnos saben y pueden hacer, sino que tiene que ver con cómo aprenden a aprender y cómo experimentan el proceso de aprendizaje. Los resultados subrayan la necesidad de apoyar la humanidad de los estudiantes -su carácter, ciudadanía, pertenencia y propósito- para apoyar de forma óptima su crecimiento académico.